Dra. Andrea Mahn “Lo importante es tratar de hacer una ciencia que sirva de algo, que de alguna forma se convierta en un beneficio para la sociedad”

Con dos patentes y 71 publicaciones científicas, la Dra. Mahn es una de las investigadoras más reconocidas de la Universidad de Santiago.

Proveniente de una familia de investigadores, siempre tuvo una veta científica. Estudió Ingeniería en Alimentos en la Universidad de la Frontera, carrera que según describe, tiene un enfoque muy científico, tanto en ingeniería, como en química. Y luego realizó su Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, mención Ingeniería Química en la Universidad de Chile.

Los temas que le apasionan son variados. Para ella, hacer ciencia es buscar la verdad. “Por eso uno siempre está haciendo preguntas, profundizando en algunos aspectos, y cuando las respuestas no están, hay que comenzar a buscarlas y así se va generando la investigación”. Pero también, otro aspecto fundamental es “tratar de hacer una ciencia que sirva de algo, que de alguna forma se convierta en un beneficio para la sociedad”.

Su trayectoria se ha enriquecido conforme ha realizado colaboraciones e investigaciones con distintos investigadores e investigadoras y en distintos espacios.

Recuerda su paso por la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, como una oportunidad para unir disciplinas, donde tuvo que mezclar la ingeniería en alimentos con ingeniería química y salud. “Terminé en alimentos funcionales, que en el fondo engloba todo. Hay ciencias de la ingeniería, ingeniería de procesos, biología, salud, biotecnología y nutrición. Por eso es que lo que yo hago es una mezcla de cosas, con el objetivo de generar un beneficio para la sociedad.Uno puede llegar tanto a la industria, que puede ser un desarrollo más económico, pero también, a un beneficio para la comunidad en general, poniendo a disposición alimentos más saludables o educación. Como consecuencia de eso, tengo proyectos de ciencia básica, de FONDECYT y proyectos en colaboración con varias empresas, entonces así se va dando”.

Entre sus mayores logros como investigadora, considera su primer FONDECYT que “en ese momento era lo máximo, porque estaba recién salida del doctorado y porque fue regular, ni siquiera de iniciación”. Luego se mantuvo adjudicando FONDECYT y realizando papers.  Otro hito importante, según sus palabras, fue haber empezado a hacer proyectos de colaboración con la industria.

“En cuanto a la investigación misma, destaco un par de patentes, trabajos y productos en el mercado, gracias al equipo de investigación con el que he trabajado”.

Proyecciones

La Dra. Mahn visualiza la investigación a futuro con más interacción con la industria. “Hay que tratar de que los fondos se inviertan en investigaciones que terminen en un beneficio para la sociedad, para la economía, para todo”. Además, destaca que siempre intenta desarrollar temas distintos, que a la vez, representen un desafío para sí misma.

Uno de los proyectos FONDECYT que está desarrollando actualmente tiene que ver con fermentación. “Es desafiante porque hay que volver a los inicios. Es algo bien biotecnológico. En este proyecto estoy colaborando con el profesor de la Facultad de Química y Biología, Dr. Antonio Castillo, experto en biología molecular. La idea es que vamos a expresar una enzima, que es de un vegetal que está en las coles de Bruselas, el repollo y el brócoli, que participa en la síntesis o en la producción de un compuesto anticancerígeno, con el que he estado trabajando hace años, el sulforafano. Ese compuesto se da en las plantas en muy baja concentración. Entonces, estamos trabajando en maximizar el contenido en la misma planta o en el mismo alimento, para que la ingesta fuera mayor. Eso se logró, fue súper exitoso. Se transfirió la tecnología a una empresa.

Vino otro problema y fue que el compuesto en sí es inestable. Entonces tratar de sacarlo de la planta era difícil, si lo queríamos purificar perderíamos mucha biomasa para obtenerlo, entonces la opción es clonar el gen que codifica para esa enzima y expresarla en algún microorganismo. Estamos usando una levadura y una bacteria.

Después viene la parte de purificación y estamos evaluando también distintas aplicaciones de la enzima. La idea es obtener el sustrato no desde alimentos o vegetales que puedan ser consumidos directamente, sino de desechos. Así estaríamos valorizando residuos y generando un compuesto anticancerígeno con alto valor comercial”.

Componente de género

Para la académica, su trayectoria en ningún momento se ha visto condicionada por el género, sin embargo, considera que existen dificultades en torno a la maternidad y a la paridad en cargos de poder político.

“Cuando las mujeres tenemos hijos, tenemos que tomar decisiones. Hay que optar, a veces postular a menos proyectos o viajar menos. En rigor, eso no tiene por qué estar estrictamente ligado a las mujeres, hay padres que también optan por lo mismo, lo que pasa es que es menos frecuente. A medida que avanza el tiempo se irán regularizando estas cosas”, señaló.

A las investigadoras que recién comienzan, la Dra. Mahn les recomienda ser solidarias entre ellas y seguir adelante con sus sueños. “No piensen que por ser mujeres van a tener algún tipo de trato distinto. Siempre hay formas de hacerlo y nosotras, las mujeres, tenemos la habilidad de hacer muchas cosas a la vez. Hay que confiar en esas capacidades ventajosas que tenemos”.

Por: Catalina Aguila V.

Martes, Junio 23, 2020