Decano Juan Carlos Espinoza: "Este año se estructuró un trabajo bajo objetivos comunes, lo que permitió lograr hasta los mayores desafíos"

La máxima autoridad de la unidad mayor se refirió a los principales avances alcanzados durante el último año de su gestión.  Entre ellos se destacan el acortamiento de carreras, una nueva estructura de malla curricular que introduce la innovación y el emprendimiento, y la adjudicación de proyectos con foco país.

Un balance muy positivo de todo el quehacer 2019 del decanato de la Facultad de Ingeniería, ha resumido su timonel Juan Carlos Espinoza, ad portas de comenzar la última etapa de su gestión al frente de la Facultad más grande de la Universidad de Santiago de Chile. Dentro de los logros académicos, destaca la aprobación por parte del Consejo de Facultad, de una nueva trayectoria curricular, lo que implica una transformación del proceso de formación de las mallas de las carreras de ingeniería civil. Este rediseño incluye aspectos de innovación y emprendimiento como pilares fundamentales.

Sumado a eso, el proyecto de formulación de una nueva trayectoria de titulación, permitió poder disminuir de 360 SCT (Sistema de créditos transferibles), a 330 en cada carrera, cumpliendo así con el lineamiento que Corfo había señalado para todas las Facultades de Ingeniería que son parte del Proyecto Ingeniería 2030. Al respecto, el Decano señaló: “para nosotros fue la posibilidad de hacer un análisis completo para revisar cómo estaban diseñadas nuestras carreras de ingeniería civil. Hicimos un rediseño nuevo y logramos, de manera natural, llegar a los 330 SCT”.

Al respecto, la autoridad valoró el trabajo que se realizó al interior de los nueve departamentos y en el Consejo de Facultad, pues da cuenta de una alineación clara en cuanto a entender la importancia de este logro para la Facultad en general.

Sin duda otro de los hitos que logró la Unidad Mayor este año fue la creación de tres nuevas carreras, las que se sumarán a la oferta académica 2020. Se trata de Ingeniería Civil en Mecatrónica, Ingeniería Civil en Telemática e Ingeniería Civil en Biomédica, especialidades que materializan el esfuerzo de la Facultad por impulsar una ingeniería con visión de futuro.

Además de lo anterior y en plena relación con el trabajo de rediseño curricular que ha realizado la Facultad, se suma una revisión a las carreras de Ingeniería Ambiental e Ingeniería en Biotecnología, que finalmente las transformó en ingenierías civiles. “Incluidas las tres nuevas carreras, esto permitió que pasáramos de un total de 9 carreras de ingeniería civil a un total de 14”, declara el Decano Espinoza, lo que sitúa a la Universidad de Santiago como la casa de estudios con más carreras de ingeniería civil que existe actualmente en nuestro país.

A su vez, la autoridad agradeció a la comisión que realizó un estudio respecto a las ingenierías en ejecución y la forma en que pueden proyectarse. “Estas carreras sin duda son muy importantes para nuestra Facultad, debido al alto prestigio y movilidad social que han generado a nuestros estudiantes”, añadió.

Otro elemento significativo que otorgará mejores garantías a las y los estudiantes es la construcción del nuevo edificio docente, que contará con espacios para realizar las clases aplicando nuevas metodologías de aprendizaje activo. Su inauguración está planificada para los primeros meses de 2020.

El área de Alianzas Internacionales también destacó en cuanto al fortalecimiento de convenios con prestigiosas universidades extranjeras, además del trabajo de establecer una nueva regulación de prácticas internacionales. En adhesión a esto, destacan programas como “Check-Out” e Ingenieros Globales, que buscan potenciar un curriculum internacional para los estudiantes de la Facultad.

Para el Decano, otro de los grandes proyectos de esta subdirección fue la realización de la I° Escuela Internacional, que en esta ocasión tuvo relación con el desarrollo sustentable y la economía circular y que contó con la participación de destacados académicos de la unidad, además de estudiantes provenientes de Alemania, Nueva Zelanda y Brasil.

En cuanto a I+D destacan, en primer lugar, el lanzamiento de Vector. Este programa  busca impulsar emprendimientos que se realizan al interior de la Universidad de Santiago y que se suma a un engranaje que se va fortaleciendo con acciones desde la Facultad. Por otro lado, es relevante la activa participación de la Facultad en proyectos a nivel nacional, como el Programa del Litio y el Programa Macro sobre Economía Circular, solo por nombrar algunos. Sumado a lo anterior, también es importante destacar los proyectos desarrollados por investigadores de la FING y, por último, al Centro de Innovación, que tras su inauguración ha logrado definir sus líneas estratégicas internas y externas para sumarse a la tarea de ser polo de desarrollo para el sector poniente de Santiago.

Por su parte, y tal como hace tres años, destacar al Programa de Innovación Abierta Lions Up, en donde estudiantes de distintos departamentos de la Facultad y otras facultades potenciaron sus habilidades de innovación mediante el trabajo en equipos.

Otro aspecto relevante fue la puesta en marcha del Dispositivo de Empowerment para Mujeres estudiantes de ingeniería, que pretende potenciar la participación de mujeres en este ámbito, que tradicionalmente ha sido liderado por hombres. Esta iniciativa se consolidó como un ejemplo para el Consorcio de Ingeniería 2030, por su calidad, relevancia y alcance.

Sobre los desafíos para el próximo año, el Decano Espinoza menciona la consolidación de los programas de postgrado tecnológico a nivel de magister y doctorado, así como también, la realización de una capacitación a las y los académicos sobre metodologías de aprendizaje activo. Finalmente, señala que es fundamental potenciar la infraestructura y el equipamiento del Centro de Innovación, para dar cuenta de que es un aporte de la Facultad y que está a disposición del resto de las unidades que componen la Universidad de Santiago.

Por: Catalina Aguila